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Las rabietas

Las rabietas

Como todos conocemos, las rabietas en los peques van siendo más o menos habituales llegado determinado momento en sus vidas, suelen aparecer sobre los 2 añitos de edad y tal como vienen suelen desaparecer a medida que van madurando. Las rabietas normalmente vienen desencadenadas por una frustración y se suelen manifestar con una explosión de rabia, gritos y llanto aparentemente incontrolables, no obstante podemos ayudar a gestionarlas de la mejor manera posible siguiendo unas pautas genéricas, que facilitarán su desaparición más rápidamente. Ante todo se debe proteger tanto al niño, como a las personas y objetos a su alrededor, evitando en todo momento golpes y movimientos violentos que puedan ocasionar daños, ya que una vez pasada la rabieta reforzará el convencimiento de que no son una solución a seguir, para ello bastará con que lo apartes de los lugares conflictivos en ese aspecto. Qué hacer ante una rabieta. Mientras dure la rabieta, el niño está fuera de toda razón, evita generar discusiones pues no sirven de nada. Sabemos que el enfado y los gritos son muy desagradables e impiden que el niño te escuche, de la misma manera generan nerviosismo que puede llevaos a que vosotros mismos también os enojéis y gritéis, es muy importante mantener la calma para que esto no ocurra pues son actitudes que se retroalimentan y pueden generar un bucle de difícil solución. Debéis manteneos firmes y no ceder ante la exigencia del niño, si se ha enojado porque no le permitíais bajar al parque, deberíais continuar esa misma idea una vez que se calme. Tampoco es una solución castigarle por su rabieta ni recompensarle...
La motricidad gruesa y fina

La motricidad gruesa y fina

El desarrollo motor grueso y fino, al que también denominamos como motricidad fina y gruesa, está directamente relacionado con las áreas motoras de la persona, de posición y movimiento, que entran en juego. Las diferencias entre el desarrollo motor grueso y el fino residen en las áreas implicadas. La motricidad gruesa está referida a los cambios de posición del cuerpo y a la capacidad para mantener el equilibrio, es decir, que implica el uso hábil del cuerpo como un todo e incluye la postura y la movilidad. El área motora fina se relaciona con los movimientos finos coordinados entre ojos y manos, implica el uso de partes individuales del cuerpo, como decimos especialmente las manos, aunque también otros grupos de músculos pequeños. En el desarrollo motor de bebés y niños los hitos se pueden diferenciar entre motricidad gruesa y fina prácticamente desde el nacimiento. Podemos decir que el desarrollo motor grueso es el primero en hacer su aparición, desde el momento en el que el bebé empieza a sostener su cabeza. Sentarse sin apoyo, gatear, caminar, correr, saltar, subir escaleras… son otros logros de motricidad gruesa que, con el paso de los años, irá adquiriendo y aprendiendo el niño. Por su parte, el desarrollo motor fino se hace patente un poco más tarde, cuando el bebe se descubre las manos, las mueve observándolas y comienza a intentar coger los objetos y manipular su entorno. La motricidad fina incluirá tareas como dar palmadas, la habilidad de pinza, realizar torres de piezas, tapar o destapar objetos, cortar con tijeras… hasta alcanzar niveles muy altos de complejidad. Las primeras capacidades correspondientes a...

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